Eathel Easter tuvo una pelea con el cirujano que iba a intervenirla antes de la operación. Por esa razón, decidió introducir una grabadora oculta entre su cabello y escuchar después qué decían los médicos durante la intervención. El temor principal de esta norteamericana era que ocurriera una negligencia, sin embargo, se encontró con otra cosa.
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Después de la operación, cuando ya estaba en casa, recuperada, descubrió que en la intervención, los médicos la insultaban por su físico. La llamaban 'Precious', que es la protagonista afroamericana de una película. El doctor decía que se parecía a ella y bromeaba: "Es Precious, saluden a Precious". Después, los insultos iban subiendo el tono y se metían con su cuerpo y la forma de su ombligo.
El caso de Easter ha sido publicado en ABC News, donde fue la propia aludida la que contó su caso. Explicó que antes de que le detectaran una hernia de hiato, motivo por el que fue operada, acudió al médico por los fuertes dolores de barriga que tenía. En el programa, contó que el doctor le explicó que la pondrían en lista de espera para operarla y ella trató de acelerar el proceso porque no podía aguantar más el dolor: "¿Quién te crees que eres? Tendrás que esperar como todos", le contestó el médico.
Eather Easter también sufrió una reacción alérgica a la penicilina con uno de los medicamentos que le fue suministrado durante el tratamiento previo a la operación. No obstante, el problema no trascendió de gravedad.
Lo único que ha pedido Eathel Easter es una disculpa pública por parte de los médicos que la intervinieron. No ha pedido recompensa económica, simplemente una responsabilidad social con sus pacientes. En la clínica donde fue operada, la dirección ha pedido a sus médicos y enfermeros que sean lo más discretos posibles con estos temas. No sabes cuando puede haber un paciente grabando
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